La proximidad de la Navidad me hace pensar en el significado de dar. Cada año se hace más y más difícil celebrar la Navidad como un tiempo para dar. ¿Qué me hace pensar así? Celebramos el día de Acción de Gracias y al día siguiente empieza la carrera del Viernes Negro que culminará, me imagino, con las compras electrónicas durante el Lunes Cibernético.Me parece que a eso hemos reducido las celebraciones de Adviento y Navidad, a comprar cosas sin detenernos a pensar por qué regalamos.
La idea de regalar en Navidad, es para recordar que Dios envió, nos regaló, a su único hijo para estar con nosotros. Que Jesús, libremente, aceptó ser uno como nosotros, con la única finalidad de darnos el amor y la paz de Dios. Las celebraciones de Navidad deberían servir para detenernos a saborear el amor de Dios por nosotros y demostrarlo a los demás. Ahí está encerrado el sentido de regalar en Navidad; dar y recibir libremente y sin esperar nada a cambio.
El deseo de comprar nos ha llevado a perder el verdadero sentido de la Navidad. El sentido religioso de la fiesta se ha esfumado. No nos reunimos a celebrar el nacimiento del niño Dios, sino a abrir regalos. No reflexionamos en el simbolismo de las decoraciones navideñas, sino que decoramos para que nuestras casas se vean hermosas.
Les invito este año a poner intención en los regalos que van a ofrecer, pensando en el por qué van a hacer ese regalo.
He aquí algunas cosas que podemos hacer para mantener un espíritu navideño más a tono con la celebración del Tiempo de la Navidad.
En la casa
Disminuya el número de regalos a sus hijos. En familia conversen la razón por la que eligieron los regalos que se ofrecen. Junto con sus hijos compren un regalo para ofrecerlo a un niño más necesitado.
En la Escuela
Pida a los niños hacer tarjetas de regalos no materiales, por ejemplo: tiempo, oración, servicio, para sus padres, hermanos, amigos y familiares.
Descargue la Estampa de oración Enséñame a dar y compártala con sus amigos y familiares.