Tareas de la catequesis

Este artículo trata sobre la importancia de poner en práctica las tareas de la catequesis según nos lo recomienda el Directorio General para la Catequesis. Mientras lee estas líneas, subraye las ideas que le atraen para más tarde ahondar en ellas y así enriquecer sus conocimientos catequéticos. Pregúntese: ¿cómo puedo implementar las tareas de la catequesis en mis clases?

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Tareas de la catequesis

Como catequistas tenemos la enorme tarea de acompañar en el proceso de conversión a niños, jóvenes y adultos. La finalidad de la catequesis es llevar al catequizando a tener un encuentro vivo con Cristo. Este acompañamiento va unido a la enseñanza de la doctrina y el ejemplo de nuestras vidas como seguidores de Cristo.

Podemos decir que las tareas de la catequesis son el conjunto de los aspectos que integran el proceso catequético. El quehacer catequético se desarrolla guiando al catequizando por medio de la enseñanza de la doctrina y el ejemplo del catequista. En el Directorio Nacional para la Catequesis (DNC) leemos que las “tareas fundamentales de la catequesis son: ayudar a conocer, celebrar, vivir y contemplar el misterio de Cristo”. Como catequistas debemos tener siempre presentes estas tareas fundamentales para que nuestra enseñanza tenga éxito, para formar discípulos misioneros que conozcan su fe y que esta se refleje en su forma de vivir.

¿A CONOCER QUÉ?

No importa el nivel de clase que estemos enseñando doctrina, Escritura, enseñanzas de la Iglesia, historia de la Iglesia, de una manera u otra, siempre formarán parte de la lección. Es parte esencial de la catequesis que los catequizandos conozcan la doctrina, nuestra fe, resumida en nuestro Credo. Muchas veces nos esforzamos en que los chicos memoricen las palabras del Credo sin explicarles qué creemos y porqué creemos en lo que expresan esas afirmaciones. ¿De dónde vienen esas creencias? ¿Cuál es su importancia en nuestra vida de fe? Debemos enseñar para que los cristianos aumenten sus conocimientos doctrinales y maduren en la fe.

¿QUÉ CELEBRAMOS?

La liturgia es la oración oficial y pública de la Iglesia. Celebramos nuestra fe en la liturgia de los siete sacramentos, donde recibimos la vida y la gracia de Dios y que componen nuestra liturgia. Las celebraciones litúrgicas son fundamentales en la vida de la Iglesia y necesarias para nuestra santificación, porque Cristo vive en los sacramentos. Debemos pues, deliberadamente enseñar sobre la importancia de la participación de los miembros de la Iglesia en las celebraciones litúrgicas. Es necesario explicar los ritos, los símbolos y los signos de los sacramentos para que aquellos quienes enseñamos podamos captar la riqueza y la importancia de participar en estas celebraciones.

VIVIR LA FE

Vivir la fe es para vivirla en la casa, el trabajo, el vecindario, en fin, en todos los momentos de nuestras vidas debemos comportarnos como cristianos. Lo que aprendemos en las clases de religión es para ponerlo en práctica en la vida diaria y en la comunidad en que nos desenvolvemos. Nuestra forma de vivir debe estar basada en la moral cristiana fundamentada en los Diez Mandamientos, las Bienaventuranzas y la oración. La catequesis debe formar para vivir de acuerdo a los valores morales de la fe cristiana para capacitar y participar en la vida y misión de la Iglesia. Por ende, tenemos que preparar para vivir como cristianos, de acuerdo con los valores que Cristo nos enseñó. Enseñar a orar es parte imprescindible en la catequesis ya que debemos guiar a los cristianos a cultivar una relación íntima con Jesús, relación que nos lleve al Padre.

CONTEMPLAR EL MISTERIO DE CRISTO

La catequesis debe ser Cristo céntrica. La vida, muerte y resurrección de Cristo es el misterio central de nuestra fe, Dios viene a nuestro encuentro en la segunda persona de la Santísima Trinidad. La conversión es una transformación del individuo que le lleva a una entrega total.

Enseñar con el ejemplo

Compartir nuestras experiencias de fe es vital cuando vayamos a trasmitir el mensaje del Evangelio. El catequista acompaña para transmitir la fe, para ello tiene que conocer y vivir la fe. Por esta razón tenemos que estudiar y aprender sobre la fe día tras día. También como catequistas somos ejemplos para la comunidad. Nuestro ejemplo de vida cristiana es vital para el crecimiento de la fe en nuestra comunidad.

Como catequistas estamos al servicio de la comunidad de fe. Pidamos a nuestro Señor que nos ayude siempre a dar testimonio con nuestras palabras y obras.

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