El propósito de esta publicación es ayudar a los padres a disipar cualquier temor que puedan tener sobre ser los primeros y principales educadores religiosos de sus hijos al enfocarse en la importancia del testimonio personal como parte vital de la enseñanza de la fe. Descargue ahora el Libro electrónico Guía para padres sobre compartir la fe. Descarga disponible en español y en inglés.
A través de mis viajes y charlas, a menudo me encuentro con padres católicos bien intencionados que, por decirlo suavemente, tienen miedo de "enseñar" a sus hijos la fe católica. Pero la verdad es que todos los padres ya están equipados para compartir su fe en formas transformadoras. Todo comienza con estar en contacto y compartir su propia experiencia de Dios en su vida.
En 1975, el Papa Pablo VI escribió lo que se ha convertido en un documento eterno sobre la evangelización. Él escribió que las personas escuchan más a los testigos que a los maestros (Evangelii Nuntiandi, nro. 41). Sus palabras suenan verdaderas hoy en día. ¿A qué se debe esto? ¿Qué tiene de poderoso el testimonio personal? ¿Cómo podrían los padres compartir su historia de fe con sus hijos?
Vemos en la vida y en las enseñanzas de Jesús que contar historias es una forma efectiva de compartir las verdades sobre Dios y su Reino de gracia. Curiosamente, Jesús no solo cuenta historias (parábolas), sino que también comparte su propia historia con sus discípulos más cercanos, contándoles sobre su relación con el Padre, que es ahora, nuestro Padre a través del Bautismo en Cristo. Jesús enseña compartiendo su propia experiencia personal de ser el Hijo de Dios, y del amor que él, el Padre y el Espíritu comparten.
Con nuestro Bautismo fuimos adoptados como Hijos e Hijas de Dios. Dios ha compartido su vida de gracia con nosotros para ajustar más nuestras vidas a la suya: una vida de amor, misericordia y justicia que busca rehabilitar y sanar, sin castigar ni condenar.
Muchos padres no se dan cuenta de que tienen historias de fe para contar a sus hijos. Las mamás y los papás no piensan ni hablan en el lenguaje de la fe muy a menudo. Muchos de nosotros recordaremos nuestras vidas en momentos de sorpresa, ayuda y buena fortuna, y pensaremos en lo afortunados que fuimos. Estos momentos fortuitos e infinidad de otros son momentos de Dios, ¡cada uno de ellos! Debido a que Dios existe y ha creado todas las cosas, hay poco o nada de espacio para el azar, aunque es cierto que no siempre entendemos por qué las cosas suceden de la forma en que suceden. Es una de esas preguntas que podemos hacer a Dios cuando lo veamos.
Cuando se trata de enseñar la fe en la casa, prefiero usar el lenguaje de "compartir la fe". La fe primero se experimenta y luego se describe y se repite en forma doctrinal. Muchos niños y adultos tienen experiencias profundas de fe, aunque carecen de las palabras para articularlas. Sienten la mano de lo Divino en sus vidas, pero pueden no sentirse cómodos al describir la experiencia.
Muchos padres no se dan cuenta de que tienen historias de fe para contar a sus hijos.
Como las principales personas que comparten la fe, los padres tienen la capacidad de hacer tres cosas:
Aprender sobre las enseñanzas de la Iglesia puede ayudar a los padres a articular sus experiencias de fe de manera más completa y auténtica, al enraizar su experiencia personal (y la de sus hijos) en la rica Tradición del Catolicismo. Hay muchos recursos que pueden ayudar a los padres a entender, expresar y vivir las enseñanzas de la Iglesia.
Una excelente manera de reflexionar sobre el papel y el lugar de Dios en nuestras vidas es escribir un diario. Escribir o llevar un diario sobre sus pensamientos acerca de Dios y la fe es una forma importante de redescubrir su vida dentro del lenguaje y el contexto de la fe y el amor de Dios.
Lea un poco de las Sagradas Escrituras cada día, ore sobre lo que lee y pida a Dios que lo ayude a entender cómo se aplica lo que lee o cómo se ha aplicado a su vida. Este tipo de lectura devota se conoce como lectio divina o "lectura divina".
San Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas (oficialmente conocido como la Compañía de Jesús o SJ), le dio a la Iglesia una hermosa práctica para reflexionar diariamente sobre nuestra relación con Dios. Es conocido como el examen. Hay muchos ejemplos del examen, pero cuanto más simple mejor, ¡sobre todo para principiantes! El examen se compone de una serie de preguntas que nos ayudan a reflexionar sobre el amor de Dios en nuestros días y cómo respondimos o no supimos responder. El siguiente es un ejemplo simple a considerar:
Descargue un libro electrónico con diez cosas simples que los padres deben y no deben hacer al compartir la fe, y que les ayuden a compartir la fe con sus hijos durante el verano o en cualquier época del año.
Esta publicación es la segunda de una serie de tres publicaciones realizadas por el autor invitado, diácono Matthew Halbach, PhD. Él es Director Ejecutivo de Catequesis para William H. Sadlier, Inc. y miembro del Consejo Consultivo Nacional de la USCCB. Obtuvo su doctorado en Catequesis en la Universidad Católica de América en el 2014. Está casado y tiene seis hijos. Como "diácono doctor", el diácono Halbach será un bloguero invitado destacado durante todo el verano en el Blog de Sadlier Religion sobre el tema de verano, familia y fe. Suscríbase ahora para ver la última publicación de esta emocionante serie.