En el evangelio según san Marcos 2:1 encontramos una escena muy interesante. Jesús estaba predicando en una casa. Había tanta gente presente que ya no había campo en la casa, incluso hasta había personas afuera tratando de entrar. Unos hombres cargaban a un paralítico hacia la casa donde se encontraba Jesús para que lo sanara. Pero no había modo de acercarse al domicilio. Ellos tenían que buscar otro modo de poder entrar. El único modo que se les ocurrió fue por el techo. Bajaron al enfermo y Jesús perdonó sus pecados y lo sanó.
Hay personas, nos dice el papa Francisco, que tienen una actitud muy cerrada y siempre dicen, “se ha hecho siempre así”. El Papa dice que esto es tener el corazón cerrado a las sorpresas del Espíritu Santo. Es más, dice el Papa, esta actitud es idolatra y es un pecado. Con el corazón cerrado jamás nos podríamos imaginar que para llegar a Jesús en esa casa que estaba llena, teníamos que abrir el techo. Pero el mensaje del Evangelio nos pide estar con el corazón abierto y estar dispuestos a nuevos caminos y nuevos horizontes. Lo peor que podemos hacer en nuestras vidas es estar cerrados a las muchas posibilidades que nos brinda nuestra fe.
La cuaresma es un buen tiempo para reflexionar y poner en marcha la misericordia. El papa Francisco nos pide que salgamos de nuestro mundo donde nos sintamos seguros y confortables. Seguro que nos gusta este mundo de comodidad que hemos conseguido, lo protegemos con el sentido de que siempre lo hemos hecho así. La invitación de esta cuaresma es que salgamos de esta seguridad y busquemos a aquellas personas que necesitan sanación. Estas personas no se van encontrar en los lugares de siempre o en los que acostumbramos, sino que hay que buscarlos en lugares no esperados.
Esta temporada espiritual de cuaresma tiene sus tres pilares que son: oración, ayuno y limosna. En estos tres, la misericordia tiene que ser nuestra oración y el motivo de nuestro ayunar, y especialmente debe ser el enfoque de nuestras acciones para la comunidad o la limosna. Pero para logar esto, tenemos que estar con el corazón abierto y dispuestos a ver con ojos nuevos las necesidades de nuestras comunidades. Estas necesidades son cosas que nosotros no vemos a diario y quizá sean cosas que nos incomoden, como la adicción a las drogas, la prostitución, las pandillas, la violencia, el abuso, etc. Pero estas son exactamente donde la misericordia de Dios se necesita más.
¡Hay que abrir nuestros corazones esta cuaresma, tanto que nos incomode, para poder ver la misericordia de Dios!
Esta hoja nos ayuda con diferentes formas de oración para la cuaresma. Descargue el Folleto Formas de orar e intercambie las formas de orar entre sus familiares y estudiantes.
Image: dominio público | Radierung von Bernhard Rode, um 1775