La palabra reconciliación significa restablecer la amistad entre dos personas después de un argumento o desacuerdo. Los desacuerdos causan separación, alienación, exclusión, y la reconciliación repara, restaura lo que los desacuerdos rompen.
Se ha dicho que la reconciliación es importante para vivir en armonía, para estar feliz y que es vital para la paz mental y la tranquilidad de los individuos. Todos necesitamos reconciliarnos porque todos hemos roto alguna relación con alguien. Especialmente en nuestra vida de fe, cuando nuestras faltas nos llevan a romper nuestra relación con Dios y los demás. La Iglesia Católica nos ofrece una forma para reparar nuestra relación con Dios y los demás en el sacramento de la Reconciliación.
En este sacramento, tenemos la oportunidad de responsabilizarnos de nuestras acciones y tomar conciencia de lo que hacemos. Al celebrar este sacramento recibimos la gracia de apreciar el amor y la misericordia de Dios.
San Pablo nos dice que Dios está en nosotros, Dios sabe que no somos perfectos, que Jesús nos redimió y que tenemos la gracia del perdón cuando fallamos o cuando sucumbimos en la misma tentación una y otra vez. Saque tiempo para discernir sobre la reconciliación como una celebración del amor y la misericordia de Dios.
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