Cuando emprendemos un viaje en automóvil, tenemos que detenernos de vez en cuando para llenar el tanque de gasolina y continuar hacia nuestro destino. Así veo la Cuaresma, un momento del año litúrgico para detenernos, abastecernos y fortalecernos para continuar nuestro camino espiritual.
La Iglesia nos ofrece prácticas cuaresmales que nos ayudan a fortalecer nuestra vida cristiana. Estas prácticas son: ayuno, abstinencia, penitencia, limosna y oración.
En una sociedad que nos ofrece tantas cosas, mucho que hacer y la oportunidad de aislarnos e independizarnos de todo lo que existe a nuestro alrededor, estas prácticas nos ayudan a olvidarnos un poco de nosotros mismos y a pensar un poquito en los demás. Nos ayudan a obtener un momento de conversión que nos preparen a saborear el Misterio Pascual.
AYUNAR: No solo de los alimentos físicos sino de todos los excesos, disminuir el equipaje, ayunar de las murmuraciones, de la televisión, del internet y así, la lista se podría extender mucho más.
DAR LIMOSNA: Esto no significa dar de lo que nos sobra, sino de lo que apreciamos. Dar nuestro tiempo y nuestra atención escuchando a los demás.
Dar nos ayuda a ver las necesidades de los demás y a valorar lo que tenemos y lo que se nos ha dado gratuitamente.
ORACIÓN: Darse tiempo para conocer un poco más a Dios, depender más de Él, acercándonos a Él un poquito más cada día. Alabándolo y agradeciéndole.
PENITENCIA: Sería hermoso si al finalizar la Cuaresma nos sintiéramos descargados del peso de los rencores, los resentimientos, los deseos de venganza, los malos entendidos y las tristezas.
Enterremos en las cenizas del Miércoles de Ceniza todos los errores, los dolores, los desacuerdos y, en fin, todas las cosas que nos impidan fortalecernos durante esta Cuaresma y detengámonos para fortalecernos en nuestro camino espiritual. Que nuestras prácticas cuaresmales nos ayuden a continuar este camino espiritual, convencidos de que al final nos encontraremos con Jesús en la Pascua.
En resumen
En este tiempo de perdón y reflexión, pongamos una pausa a todas las cosas que nos impiden amar y alabar a Dios. Practiquemos las prácticas cuaresmales para poder acercarnos a Dios y a su reino. Descargue la Estampa de oración Acompáñame en mi caminar y compártala en familia.