Amoris Laetitia: el matrimonio es un proceso
El matrimonio es un proceso, con altibajos; éxitos y reveses; reconciliaciones y entregas. Una clave de la vida matrimonial es la transparencia: las parejas se mantienen abiertos el uno al otro y a Dios.
Pienso en las redes sociales y en las muchas fotos que mi esposa Stacy y yo recorremos, fotos de parejas y familias que muestran lo maravillosa que es la vida para ellos. En algunos casos, estas imágenes son certeras. Vemos gente disfrutando de su vida. En otros casos, las imágenes ocultan una realidad mucho más oscura: un matrimonio o una familia que está experimentando confusión.
La verdad es que el matrimonio no es una imagen. No hay matrimonios "perfectos", solo momentos. Y los momentos vienen y van. El matrimonio es más bien un proceso. Es algo en lo que trabajamos, y trabajamos bien en ello cuando decidimos trabajar juntos.
Apoyarse en Jesús
Trabajar juntos en un matrimonio requiere comunicación. En los matrimonios donde la fe está presente pueden beneficiarse enormemente cuando las parejas deciden apoyarse en su fe y compartirla mutuamente. Sin duda, que Jesús sea el centro del matrimonio y la familia no significa, ni mucho menos, que todo será fácil, simple o agradable. Solo significa que cuando las cosas se pongan difíciles, y lo harán, los cónyuges tienen a Jesús para apoyarse. No puedo decirles la cantidad de veces que recurrir a Jesús ha ayudado a mi matrimonio y a mi paternidad.
1) Traten de orar juntos pidiendo la ayuda de Dios.
2) Conviertan sus pensamientos en una oración silenciosa.
3) Dependiendo de la situación, pidan a Dios perdón o la capacidad de perdonar a la otra persona.
El poder de la oración
No es muy probable que recen juntos en el calor del momento. Pero decir que le gustaría orar en algún momento con su cónyuge puede empezar a calmar las cosas. También es un desafío volver la mente a la oración, especialmente cuando tenemos la intención de "ganar" una discusión. Cuando podamos, una oración mental rápida también puede comenzar a dispersar las cosas. Sobre el tema del perdón, deseo agregar que no me hago ilusiones sobre lo que significa perdonar y lo difícil que puede ser. Sin embargo, así sea difícil, comenzar la acción del perdón también puede producir la autosanación. El perdón puede liberarnos de la ira y el dolor acumulados. La misericordia no solo libera al ofensor, sino que también libera a la víctima. Aunque, por supuesto, cómo y cuándo uno puede comenzar el proceso de perdonar depende de la persona. Además, es importante señalar que el perdón no significa olvido. La herida de la ofensa puede estar siempre ahí. Lo importante, sin embargo, es empezar a liberarse de la toxicidad y el daño que puede producir.
La comunicación es clave
Amoris Laetitia nos recuerda que el matrimonio y la vida familiar son bendiciones de Dios, pero que están plagadas de complicaciones que vienen con el ser humano. La comunicación es clave para un buen matrimonio. Las parejas casadas necesitan sentirse libres de comunicar sus preocupaciones, expectativas, esperanzas y sueños. Si el lenguaje de la fe puede ser parte de la comunicación regular entre los cónyuges, ¡mucho mejor!
Un desafío para el matrimonio y la vida familiar contemporánea es el estrés y la tensión de manejar todas las responsabilidades de la paternidad moderna. Poder hablar y comunicarse puede ser de gran ayuda para los cónyuges y las familias.
Descargue la Actividad Darse un descanso el uno al otro para programar momentos en los que los padres puedan planificar dar un descanso a su cónyuge o familiar, o recibirlo de ellos.
