Terminaron los días de fiesta, con las comidas, regalos, visitas a familiares y amigos, paseos a lugares de interés. Ya se apagaron las luces, se bajaron las decoraciones, regresamos a la oscuridad del invierno, al frío, a la calma. Se acabó la magia y volvemos a la realidad. Regresamos a nuestras actividades normales, a nuestra rutina. Y la vida continúa y del Tiempo de Navidad solo nos queda el recuerdo. Por ahora las resoluciones comienzan a desvanecerse. La historia se repite cada año. ¿Cómo romper este círculo?
Ahora entramos a un corto tiempo dedicado al Tiempo Ordinario, como para separar el Tiempo de Pascua de la Cuaresma y esto nos puede ayudar a mantenernos centrados en las cosas que verdaderamente son importantes, es un tiempo ideal para discernir y conscientemente decidir sobre cosas que realmente podemos hacer o cumplir. Podríamos usar este intervalo para repasar nuestras resoluciones y empezar a planificar para la Cuaresma.
Un buen lugar para empezar es recordando que estamos celebrando un año dedicado a la misericordia. ¿Cuál es el significado de misericordia? Misericordia es un atributo de Dios. Dios es misericordioso. Aun sabiendo que somos pecadores Dios nos perdona y su misericordia es infinita. Dios es misericordioso con todos, a todos nos da su perdón y su gracia. Partiendo de ahí, debemos detenernos a pensar en cambiar nuestra aptitud de, “bueno que le pase”, “pagará por lo que ha hecho” y perdonar y pedir a Dios que bendiga a las personas que creemos nos han hecho daño.
Dediquemos este tiempo para pensar en aquellos a quienes tenemos que pedir perdón o a los que tenemos que perdonar. Esto nos ayudará a empezar una Cuaresma, listos para entender el sacrificio que Jesús hizo en la cruz por nosotros.
Una Cuaresma en la que podamos agradecer a nuestro Padre celestial por ser tan misericordioso, tanto que ofreció a su único Hijo para salvarnos.
Descargue la Estampa de oración Misericordia Señor y practíquela en el hogar y en todos lados.