Recuerdo muchos de los regalos que me dio mi mamá para la Navidad. Uno de ellos recuerdo muy claramente. Era una medalla de la Virgen. No recuerdo exactamente cuál Virgen, pero recuerdo que era su imagen en una medalla que parecía una moneda de peso mexicano de plata. Creo que tenía yo como nueve años y la Navidad para mí era un tiempo de esperar muchos regalos, sobre todo muchos juguetes o bicicletas. En casa abríamos los regalos en Noche Buena el 24 de diciembre.
Los abríamos uno por uno, o sea, cada persona tomaba su turno abriendo un regalo para que todos lo vieran y para que mi mamá nos tomara fotos con una cámara muy antigua por cierto. Mi hermano empezó, y a él le dieron un reloj de pulsera. Mi hermano estaba muy emocionado porque eso era lo que él quería. Me tocó a mí, y yo estaba muy emocionado. Cuando abrí la caja pequeña, que ya tenía días tratando de adivinar qué era, me entró una decepción muy grande cuando me doy cuenta de que era una medalla de la Virgen. Mi mamá le hizo mucha fiesta diciendo que era algo muy especial y algo que voy a valorar toda mi vida. Yo estaba entre confundido y decepcionado. Para un niño de 9 años, no es lo que espera para la Navidad.
Ahora que ya soy un adulto tengo un reconocimiento de que ese regalo que me dio hace 41 años tiene un significado muy grande en mi vida. Mi madre me ha dado un regalo que no pasa de moda. Me dio el regalo de la fe y específicamente el regalo de mi fe católica. A los 9 años de edad no entendía lo que significaba para mí ese regalo de fe. Como cada niño, yo quería un juguete o el regalo de moda en ese momento. Pero todos los demás regalos que me dio mi mamá se me han perdido y jamás los podré encontrar. Pero el regalo de la fe todavía sigue y más fuerte que nunca.
Los puertorriqueños y los venezolanos son los únicos latinos que todavía mantienen la tradición que nos dieron los españoles de las misas del aguinaldo. Lo que nos dice la tradición es que son 9 misas que se hacen desde el 16 hasta el 24 de diciembre. Son misas que se celebran muy temprano en la mañana. Es un tipo de preparación para recibir el aguinaldo más grande de nuestra fe---Jesús. Hay muchos modos de prepararnos para recibir al príncipe de la paz, ya sea por el reconocimiento en Adviento o por las posadas, y las misas del aguinaldo son otro modo en que podemos prepararnos para recibir el regalo de la fe. Es un regalo que está con nosotros toda la vida y que nos da vida.
Descargue la Estampa de oración Oración para el novenario de los aguinaldos y récela junto a sus estudiantes y familiares en este tiempo antes de la Navidad.