La lectio divina y visio divina son prácticas espirituales que nos llevan más profundamente en la oración y la reflexión sobre la Escritura. La frase en latín lectio divina puede traducirse como "lectura divina" y la frase visio divina como "visión divina".
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La lectio divina tiene sus raíces en las celebraciones litúrgicas que se remontan a las primeras comunidades monásticas. En el siglo VI, por primera vez, se hizo referencia por escrito. La regla de san Benito se refiere a la lectio divina como escuchar con "el oído del corazón". Los monjes practicaban la lectio divina diariamente.
El proceso de lectio divina atrae al participante a la Sagrada Escritura a través de cuatro movimientos.
El primer movimiento es la lectio: escuchar de manera deliberada, lenta y cuidadosa las palabras de la Escritura, leídas en voz alta. Esto es lo que significa escuchar con el "oído del corazón".
El segundo movimiento es la meditatio: meditar en el texto para comprenderlo mejor y conectarse a él.
El tercer movimiento es la oratio: rezar, a menudo sin palabras, dejando que la oración surja en nosotros.
El cuarto movimiento es la contemplatio: contemplar el texto para que se desarrolle y luego atraerlo a nuestra experiencia de vida.
La visio divina es parte de la lectio divina y una de las formas en las que meditamos las Escrituras. Se refiere a la práctica de rezar con imágenes visuales, como pinturas, íconos, fotografías o vitrales. Esta práctica espiritual se basa tanto en el texto de las Escrituras como en el arte para llevar al lector a un encuentro con la Palabra de Dios. La visio divina utiliza arte religioso o de las Escrituras e incluye el proceso de ver y visualizar para permitir que el participante "escuche y vea" la Palabra de Dios. La visio divina también utiliza los cuatro movimientos de la lectio divina, pero también incluye imágenes visuales.
El primer movimiento es ver, mientras escuchamos las palabras de las Escrituras, el arte visual o la imagen, al dejar que nuestra mirada se apoye intencionalmente en ella.
El segundo movimiento es meditar tanto en las palabras como en las imágenes y dejar que nos lleven a una reflexión más profunda.
El tercer movimiento es rezar, permitiendo que la oración surja en nosotros a través de las palabras y las imágenes.
El cuarto movimiento incluye contemplar tanto las imágenes como las palabras de las Escrituras, y atraer inspiración que se conecte con nuestras vidas diarias
Al estudiar un texto de las Escrituras a través del proceso de la lectio divina y visio divina para jovenes, descubrimos niveles de significado y aplicaciones del texto en nuestras propias vidas. Podemos concluir al considerar cómo podría ser más como Jesús.
Las prácticas de la lectio divina y visio divina encienden los sentidos de los participantes mientras "escuchan y ven" la Palabra de Dios en un encuentro con la Sagrada Escritura. La lectio divina y visio divina pueden ser un poderoso ejercicio para adultos, jóvenes y niños en entornos catequéticos.
Para aquellos que se preparan para el sacramento de la Confirmación, la práctica de la lectio divina y visio divina cultiva una comprensión más profunda de la Escritura y la relación con Cristo.
En el programa Creer • Celebrar • Vivir Confirmación, la lectio divina y visio divina desempeñan un papel clave. Los candidatos a la Confirmación se encuentran con un pasaje de las Escrituras y se les invita a fijar su mirada en las impresionantes iluminaciones que acompañan el pasaje. Ellos son guiados a través de un proceso para tanto la lectio divina como la visio divina que envuelve los sentidos de dos maneras.
Para la lectio divina, los candidatos comienzan escuchando con el oído del corazón una palabra o una frase corta del pasaje de las Escrituras que Dios quiere para ellos. Luego, los candidatos analizan qué significa la palabra o frase para ellos.
Para la visio divina, los candidatos son invitados a fijar su mirada en la iluminación que la acompaña, pidiendo a Dios a "abrir los ojos del corazón", permitiéndoles ver lo que Dios quiere que vean. Luego, los candidatos responden a las preguntas de reflexión sobre lo que ven y lo que significa para ellos.
Puede intentar este ejercicio por su cuenta siguiendo los pasos anteriores, o guíe a sus estudiantes a lo largo del proceso. Primero, encuentre el pasaje de las Escrituras que le gustaría leer y luego investigue el arte religioso complementario.
Un artículo de apoyo exclusivo, Cómo desarrollar la Lectio Divina y la Visio Divina, escrito por Barbara Sutton, D.Min. para el programa Creer • Celebrar • Vivir Confirmación ofrece consejos para facilitar la lectio divina y visio divina en su programa de preparación inmediata para los sacramentos. Preguntas de reflexión adicionales apoyan al facilitador en las prácticas de la lectio divina y visio divina.
Descargue ahora el Artículo de Apoyo Cómo desarrollar la Lectio Divina y la Visio Divina para acceder a las ideas de usar la lectio divina y visio divina para jovenes en su programa de catequesis o en las sesiones de preparación sacramental.