Este artículo define tanto las obras de misericordia corporales como las obras de misericordia espirituales y explora la directiva que Jesús dio a sus discípulos de cuidar de los demás. Este artículo sugiere formas en que las familias pueden desarrollar su comprensión y realizar estos actos de amor, e incluye una actividad imprimible sobre las obras de misericordia para que los niños y las familias católicas jueguen y aprendan juntos.
Cuando los católicos ayudan a los demás, dan testimonio de Cristo. Las obras de misericordia son actos de amor que nos ayudan a satisfacer las necesidades de los demás; son una oportunidad para que los católicos demos testimonio de Cristo. Jesús encomendó a sus seguidores la responsabilidad de cuidar a los demás. Una forma en que los católicos cumplimos con esta responsabilidad es llevando a cabo las obras de misericordia.
La misericordia es uno de los frutos de la caridad, la cual nos permite mostrar amor y compasión a quienes experimentan cualquier sufrimiento, ya sea mental, corporal, del corazón o del alma. Las obras de misericordia se dividen en dos categorías: Las obras de misericordia corporales (relacionadas con el cuerpo) y las obras de misericordia espirituales (relacionadas con la mente, el corazón y el alma).
Las obras de misericordia son una oportunidad para que los católicos demos testimonio de Cristo.
Las obras de misericordia corporales son actos de amor que abordan las necesidades físicas y materiales de los demás. Las obras de misericordia corporales son las siguientes:
Las obras de misericordia espirituales abordan las necesidades mentales, del corazón y del alma de las personas. Las obras de misericordia espirituales son las siguientes:
La misericordia es un tema que se encuentra en las Escrituras del Antiguo Testamento, pero Jesús expandió nuestra comprensión de la misericordia en el Nuevo Testamento. Jesús dejó en claro que un camino de discipulado hacia la vida eterna implica cuidar a los demás. Se identificó a sí mismo como aquel a quien sus discípulos amarían y cuidarían: «Cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo» Mateo 25:40. Jesús nos pide que lo encontremos en cada persona que conocemos, en especial en aquellos que sufren y necesitan ayuda. Nos pide que cuidemos de cada persona con un espíritu de servicio amoroso, teniendo presente que en realidad estamos amando y cuidando a Cristo, quien, a través del Espíritu Santo, vive en cada persona.
Todas las obras de misericordia son formas prácticas para que los discípulos de cualquier edad vivamos la fe católica utilizando nuestros dones, talentos y tesoros. Pero realizar solo una de las obras de misericordia tiene un impacto en el mundo. Las obras de misericordia son formas poderosas de mostrar amor a los demás. Realizar obras de misericordia también prepara a los discípulos para el juicio final, cuando Jesucristo vendrá al final de los tiempos para juzgar a todas las personas por lo misericordiosas que hayan sido y lo bien que hayan tratado a los pobres o necesitados. Jesús invita a sus seguidores: «Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver» (Mateo, 25: 34-36)
Todas las obras de misericordia son formas prácticas para que los discípulos de cualquier edad vivamos la fe católica utilizando nuestros dones, talentos y tesoros.
Descargue y comparta un juego para apoyar a los niños y a las familias católicas a medida que aprenden y hablan sobre las obras de misericordia. El juego de mesa imprimible presenta acciones cotidianas que demuestran misericordia a los demás, así como acciones que no la demuestran. El juego puede imprimirse y decorarse en papel cartulina (se debe asegurar de que el texto en los recuadros del juego permanezca legible). Luego, los niños y las familias pueden recortar las piezas y jugar siguiendo las instrucciones de la actividad imprimible, y así inspirarse a realizar obras de misericordia reales en el mundo.
En resumen
Realizar obras de misericordia permite a los discípulos de Jesús mostrar amor y compasión por aquellos que experimentan cualquier sufrimiento, ya sea mental, corporal, del corazón o del alma. Todos los católicos tenemos la responsabilidad que nos ha encomendado Jesucristo de realizar obras de misericordia, y seremos juzgados por estos actos misericordiosos al final de los tiempos. Ayude a las familias a crecer en misericordia y a cambiar vidas con amor y compasión mediante las obras de misericordia.