El mes pasado celebramos la fiesta de San Isidoro de Sevilla. A él se le reconoce como el santo patrón del internet. Los jóvenes son los que han acudido más rápido al internet y a las redes sociales.
La generación que nació después de 1990 tiene sus características muy específicas. Todas estas características empiezan con la letra “C”, por eso se le nombra la generación “C”. Las características son que ellos están conectados, buscan comunidad, son creativos y valoran el contenido en el internet. Es una generación que vive con un dispositivo electrónico para comunicarse con su generación. Usan las redes sociales como su pseudocomunidad. Archivan los eventos y momentos de sus vidas en sitios de la web. Tienen curiosidad de conocer lo nuevo en contenido, como videos o los acontecimientos de sus amigos y familiares. Prefieren ver su vida a través de las redes sociales que en la vida real.
A esta generación le hace falta más características que empiezan con la letra “C” como conciencia, comunión y Cristo. Existe una realidad donde hay personas que conoces bien, ya sea como amigo o familiar. Esa persona es buena y respetuosa. Pero cuando esa persona entra a las redes sociales o al internet puede que cambie de personalidad. Se transforma en una persona pesimista, irrespetuosa y con una actitud poco cristiana. Les hace falta conciencia y congruencia de que el comportamiento que tienen frente a nosotros debe ser el mismo a los que tengan en las redes sociales. No deben de olvidar su formación cristiana simplemente porque están en el internet. Tenemos que dar una catequesis donde las personas reconozcan que la moral y nuestro comportamiento deben de seguir el evangelio dondequiera que estemos, ya sea en casa, en la iglesia o en las redes sociales.
Comunión en el sentido de estar en comunidad y de trabajar, vivir, celebrar y formar parte de un grupo de personas es parte de nuestra fe católica. Las redes sociales pueden aumentar nuestra comunidad y hasta pueden difundir al mundo lo bonito que son nuestras comunidades. Pero el internet no debe substituir el calor de nuestra comunidad. Especialmente en estos tiempos donde las personas que son mayor de edad no acuden al internet, y si solo tenemos nuestra comunidad en las redes sociales excluimos a nuestros abuelos, tíos etc. No hay como la familia y la comunidad parroquial para sentirse unido a otras personas. Estas son las comunidades donde vemos el cuerpo de Cristo.
Lo que le hace falta a la generación “C” es Cristo. Si bien existen bastantes grupos en las redes sociales y en sitios en el internet que están dedicados a evangelizar y compartir la fe, sin embargo, Cristo no está tan presente en todo lo que hacen nuestros hijos en la web. En mi opinión la razón por la que Cristo no está presente es porque el evangelio no está profundizado en la formación de estas personas. O sea, cuando hablamos de evangelizar a las personas no solo queremos que encuentren a Cristo dentro de las iglesias y nuestros hogares, sino que también lleven a Cristo con ellos a cualquier lugar que vayan, incluyendo el internet y las redes sociales.
Descargue la Estampa de oración por la Generación “C” y compártala con sus hijos y estudiantes.
-Victor Valenzuela