Vivimos tiempos inciertos, la tecnología está individualizando a las personas, las noticias nos informan sobre guerras y rumores de guerra, terremotos y grandes tormentas que destruyen ciudades enteras, fuegos indiscriminados que azotan grandes zonas, ataques terroristas están a la orden del día. Todo parece estar en un desorden inusual.
Todo esto crea una atmosfera de incertidumbre, de desesperanza. Muchos incluso hablan de que es la parusía, el final de los tiempos. Nos dejamos ahogar por lo que está pasando y se oscurece nuestra visión interna de ver, reconocer, la presencia de Jesús en medio de nosotros. La presencia de Jesús debe ser la chispa que enciende la luz, que disipa cualquier incertidumbre en nuestras vidas. Esta debe ser la esperanza que nos guíe, para ver con claridad que Dios todavía está trabajando en su creación, que todo está bajo su control, para ver la belleza que hay en nuestro alrededor. Somos nosotros los que no vemos, estamos ciegos. Nos hemos dejado distraer por acontecimientos naturales o humanos y no vemos que Dios, nuestro Padre Creador, es mayor que todos esos eventos.
Estamos en Navidad, tiempo en que recordamos que el Hijo de Dios vino y vino para quedarse. Jesús está presente en nosotros, nos ama, nos habla. Reconozcamos su presencia para no confundirnos, para no permitir que los eventos desagradables de la vida cotidiana opaquen nuestra visión de la realidad. Que podamos ver que en medio de toda esa incertidumbre está Jesús y que vivamos con la esperanza de que con él todo es posible.
Encontremos claridad y luz en Jesucristo, él nos abrirá las puertas de la esperanza y el amor, especialmente en esta Navidad. Descargue la Estampa de oración La esperanza del mundo y compártala en familia.
Nuestra esperanza esta en Jesús. ¡Feliz Navidad!