Imagine que su mejor amigo(a) le invita a conversar tomando un café. Y que de repente le dice: “Adiós, tengo que irme lejos, no nos volveremos a ver más. Pero no te preocupes, yo estaré siempre contigo de una manera especial, estaré contigo en espíritu. Recuerda nuestra amistad, nuestras quitas. Creo que quedaría desconcertado(a), la tristeza que le embarga no se podría describir, ¿por qué descabellada razón se quiere ir? ¿dónde irá? ¿cómo será para mí la vida de hoy en adelante?
Eso fue lo que les pasó a los discípulos el día que Jesús subió al cielo. Su mejor amigo los reunió para decir que se iba, que ya no estaría con ellos. Los dejó solos, desamparados, Jesús les había protegido, les había dado confianza, con él se sentían seguros. Y ahora, después que resucitó y estaba con ellos se va. Me imagino que pensarían: ¿qué va a ser de nosotros? ¿dónde iremos? ¿qué vamos a hacer? ¿quién nos va dirigir?
Pero Jesús también les dijo que iba a preparar un lugar para ellos donde él iba a estar y que les enviaría su Espíritu para que estuviera con ellos siempre. No podían tener mayor muestra de que Jesús no se olvidaría de ellos. Jesús les dio esperanza.
Con la ascensión de Jesús al cielo, los discípulos de Jesús inician un retiro de espera, una espera confiada. Esperaban el Consolador, el Espíritu de Verdad que Jesús les había prometido. Ellos creyeron, pero la verdad que tenían miedo. Yo en su lugar también hubiera estado aterrorizada. Eran los seguidores de alguien que había sido crucificado. Los discípulos no tenían idea de lo que pasaría, pero confiaban en la promesa de Jesús y esperaron.
Nosotros también deberíamos entrar en un tiempo de retiro y espera para celebrar la venida del Santo Espíritu de Dios. Tiempo para meditar en las promesas de Jesús y el consuelo de que su Espíritu está con nosotros y que un día nos encontraremos con Él en el cielo. Alegrémonos pues en su ascensión.
Reflexionemos en la ascensión de Jesús al cielo y esperemos con fe y confianza su retorno, para así tener la oportunidad de celebrar juntos en el reino de los cielos. Descargue la Estampa de oración Subiendo al cielo y compártala con todos sus seres queridos.