Lecturas bíblicas
Cada día de Adviento, reúnanse en clase o en familia para leer un breve pasaje de las Escrituras que corresponda al adorno que colgarán ese día. Después de leer el pasaje, analicen su significado y luego cuelguen el adorno en el árbol.
Reflexione y rece
Después de agregar cada adorno al árbol, tómese un tiempo para reflexionar en clase o en familia sobre el significado del símbolo. Considere incluir oraciones para el tema de ese día, pidiendo la gracia de Dios en la temporada especial de Adviento.
Los adornos del árbol de Jesé: Personajes y acontecimientos clave
Los símbolos y las lecturas asociadas con el árbol de Jesé provienen tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. A continuación, se presentan algunos de los personajes y acontecimientos clave que tradicionalmente se incluyen en el recorrido del árbol de Jesé:
La creación (Génesis 1:1-2:3)
Por lo general, el primer adorno es un símbolo del mundo o la creación: una tierra, un sol o un globo terráqueo. La historia de la creación nos recuerda que Dios creó el mundo y todo lo que hay en él, incluidos nosotros, para bien y a su imagen y semejanza.
Adán y Eva (Génesis 3:1-15)
Es común ver el símbolo de la manzana o la serpiente para representar la caída del hombre. A través de la desobediencia de Adán y Eva, el pecado entró al mundo, pero Dios prometió un redentor, cumplido en Jesús, para salvar a la humanidad.
Noé (Génesis 6:9-22)
El arcoíris se utiliza a menudo como símbolo de Noé, para recordarnos el pacto de Dios con su pueblo después del diluvio. La historia de Noé describe la fidelidad de Dios y su promesa de no volver a destruir la Tierra con un diluvio.
Abraham (Génesis 12:1-3)
Un carnero o una carpa simbolizan a Abraham, el padre de muchas naciones. Dios prometió a Abraham que, a través de sus descendientes, todas las naciones de la tierra serían bendecidas, otra promesa que finalmente se cumplió en Jesús.
Isaac (Génesis 22:1-18)
El carnero también está asociado con Isaac, en particular en la historia del casi sacrificio de su hijo por parte de Abraham. En este relato bíblico, Dios proveyó un carnero para que ocupara el lugar de Isaac. Esta historia actúa como un presagio del sacrificio de Jesús, el cordero de Dios, por nuestros pecados.
Jacob (Génesis 28:10-22)
A menudo se utiliza una escalera para referirse a Jacob, en referencia a su sueño de una escalera que llegaba hasta el cielo. En este relato bíblico, Dios prometió que estaría con Jacob y sus descendientes, promesa cumplida en Cristo.
José (Génesis 37:1-36)
José y su túnica de muchos colores es el símbolo que se usa comúnmente para referirse a José, quien fue vendido como esclavo por sus hermanos. A pesar de su sufrimiento, la fe de José en Dios trajo salvación a su familia durante una época de hambruna.
Moisés (Éxodo 3:1-12)
Una zarza ardiendo simboliza a Moisés, quien sacó a los israelitas de la esclavitud en Egipto. A través de Moisés, Dios dio a su pueblo los Diez Mandamientos, preparando el camino para Jesucristo y su Nueva Alianza, el cumplimiento de la ley.
David (1 Samuel 16:1-13)
Se utiliza un arpa o una corona para representar al rey David, el rey más importante de Israel. Dios prometió que el Mesías vendría del linaje de David, y Jesús es parte de este árbol genealógico.
Los profetas (Isaías 9:6-7)
A menudo se utiliza un pergamino o un bastón de profeta para representar a los numerosos profetas que predijeron la llegada del Mesías a lo largo de las Escrituras. Estos profetas, incluido el profeta Isaías, proclamaron que nacería un Salvador para redimir a Israel y al mundo.
La Anunciación (Lucas 1:26-38)
Un lirio o un ángel simboliza tradicionalmente la Anunciación, cuando el ángel Gabriel visitó a la Virgen María y le anunció que ella se convertiría en la Madre del Hijo de Dios.
María (Lucas 1:39-56)
Una simple imagen de María o una flor simbolizan el “sí” de María a la voluntad de Dios y su papel como Madre de Jesús. Su fíat (su consentimiento) es parte esencial del plan de salvación de Dios.
El nacimiento de Jesús (Lucas 2:1-20)
Un pesebre o una estrella representan el nacimiento de Jesús. Esta es la culminación del viaje del árbol de Jesé: el esperado cumplimiento de las promesas de Dios en el nacimiento de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador.
Los beneficios del árbol de Jesé para los niños y las familias católicas
El árbol de Jesé es más que una manualidad navideña divertida y tradicional que unirá a los niños de su hogar o aula. También puede ser una herramienta o un recurso catequético eficaz por varias razones:
Catequesis para niños
El árbol de Jesé ofrece una forma interesante de enseñar a los niños sobre las figuras, los acontecimientos y los temas clave tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento de la Biblia. Cada adorno y pasaje de las Escrituras ayuda a los niños a ver cómo el Antiguo Testamento señala la llegada de Jesús en el Nuevo Testamento.
Desarrollo de la tradición
El árbol de Jesé fomenta un sentido de unidad y de experiencia compartida entre los estudiantes o los miembros de la familia. Fomenta la oración y la reflexión en conjunto y ofrece a los niños y las familias católicas otra forma de hacer que el Adviento sea significativo.
Un fundamento en las Escrituras
Al incorporar las Escrituras a la tradición diaria, el árbol de Jesé profundiza la comprensión de los niños sobre la palabra de Dios y su plan de salvación, y proporciona una base espiritual sólida. Consulte una copia familiar o de la clase de la Nueva Biblia Americana, Edición Revisada, para leer los pasajes correspondientes sobre los adornos o símbolos del árbol de Jesé y fortalecer esta conexión.
Creatividad y manualidades
El aspecto práctico de crear o decorar adornos es una forma divertida de hacer que los niños se involucren en la tradición. Puede ser un momento ideal para estrechar lazos como clase o familia y, al mismo tiempo, presentarles los temas sagrados del Adviento.
Anticipación navideña
El árbol de Jesé ayuda a generar entusiasmo por la llegada de la Navidad al centrarse en la anticipación bíblica del Mesías. Mantiene el enfoque en el cumplimiento de las promesas de Dios a su pueblo, Jesucristo, que es el gran regalo de Navidad.
