Muchas veces cuando enfrentamos grandes retos nos preguntamos ¿dónde está Dios? Dios siempre está presente, no importa cuán difícil parezca la situación, él está ahí. Muchas veces el dolor, la pena, la confusión, la desesperación no nos permiten apreciar su presencia. Nos enfocamos más en nuestra situación que en el poder de Dios para sanar cualquier situación en la que nos encontramos.
Imagine si Dios no hubiera estado presente en esos momentos en que perdió toda esperanza, cuando le pareció que ya no había salida, cuando se sintió atrapado en una soledad agobiante. “Si el Señor no hubiera estado a (mi) favor”. (Salmo 124) ¿Cómo había podido sobrevivir y estar todavía aquí? ¿Cómo soportar la pena de la partida repentina de su madre? ¿Los momentos de angustia cuando su hijo perdido en las drogas no llegaba a casa? ¿Cuándo su matrimonio estuvo a punto de romperse? Sin embargo, si mira ahora, esa situación se resolvió, Dios escuchó sus súplicas. “¡Bendito sea el Señor, porque no permitió que (me) despedazaran con sus dientes!” (Salmo 24) las dudas, la confusión, la pena, el dolor, la desesperación.
Sólo Dios con su infinito amor puede acompañarnos en esos momentos, tomarnos de la mano, consolarnos y ayudarnos a tomar el trago amargo. Sin darnos cuenta las nubes se van despejando y el panorama se aclara.
Tratemos de ser conscientes de la presencia de Dios siempre con nosotros, dejarnos llevar por ella y someternos humildemente a su voluntad. Esto nos llevará a lugares desconocidos, pero increíbles. Cuando verdaderamente confiamos en Dios y dependemos de él, vemos las situaciones difíciles de otra forma, no tenemos que llevar la carga solos.
Descargue la Estampa de oración Dios está aquí y récela a todos los que de alguna forma sienten dudas de la presencia de Dios.