En esta temporada cuaresmal se supone que hacemos tres promesas. Una de ellas es el ayuno, la otra es la de dar limosna y la tercera es la oración. No sé si es posible separar las tres, pero para en esta pequeña reflexión voy a dedicarme a escribir sobre la oración. Todo el año se debe prestar tiempo para orar. Pero durante la Cuaresma, nuestra oración toma un tono diferente. La oración durante la Cuaresma se trata de conversión y de ver nuestras vidas con el motivo de ver dónde podemos mejorar y cambiar.
Yo soy originario de Arizona y mis padres son de Sonora, México. Esas son zonas donde hace mucho calor en el verano y son muy secas y áridas. Es un lugar donde casi nada crece. Hay plantas y árboles, pero solo los que se pueden adaptar al calor y lo seco. Hay muchos nopales y cactus. Uno de esos cactus se llama Pitaya (hay unos que lo escriben Pithaya). Son unos tallos enormes, unos palos que miden 12 a 15 pies de altura. Una planta puede tener hasta 8 palos o tallos largos. Los tallos de la Pitaya están cubiertos de miles de espinas muy afiladas y largas. Es imposible tocar una Pitaya. En la pura punta del tallo de la Pitaya crece una fruta roja muy deliciosa que también lleva el mismo nombre. Aunque al parecer se ve extremadamente difícil llegar a la fruta de la Pitaya, muchos lo hacen. No es algo que se hace muy fácil, como cosechar una naranja o una manzana. Uno la tiene que pensar y tiene que tener una estrategia para poder logar la fruta.
La oración para mí es como cosechar la fruta de la Pitaya. Las espinas para mí son simbólicas del dolor que nos cuesta al cambiar nuestras vidas. Nos gusta seguir en nuestras rutinas y con nuestras vidas de comodidad. Pero el evangelio nos pide vivir una vida dedicada a los que sufren en nuestro mundo. Las personas que viven con las espinas encajadas por la mala suerte, y muchas veces por nuestras acciones. Es doloroso ver que nuestras vidas necesitan el cambio para poder ver la pobreza de nuestro mundo. Igual que cuando uno va a cosechar la Pitaya hay que pensar y formar una estrategia. La oración es esa reflexión y momento para formalizar nuestro plan de acción. El camino a la salvación no es fácil, pero si vale la pena.
Hay muchas parroquias que decoran durante la Cuaresma con cactus y arena para simbolizar que estamos entrando al desierto. Igual como lo hizo Jesús. Pero nuestro desierto debe estar abierto a la gracia y a la misericordia de Dios. Les deseo que esta Cuaresma puedan encontrar sus espinas y evitarlas para llegar a la cosecha del Señor y recibir su dulce recompensa.
En esta Cuaresma tratemos de aplicar estas dos formas de llegar a la salvación, la oración y la acción. Descargue la Estampa de Oración para la Cuaresma y el Folleto 5 formas de orar durante la Cuaresma y compártalas en la clase o en el hogar.