A los directores de educación religiosa les ha sido confiada por su parroquia la tarea de supervisar la formación de la próxima generación de católicos. Los ocupados líderes catequéticos parroquiales tienen el importante papel de involucrar a las familias y los estudiantes a su cuidado. La comunicación efectiva con estas familias es fundamental.
Este artículo incluye consejos dirigidos a los líderes catequéticos para que se comuniquen con las familias de manera simple pero efectiva durante todo el año. Descargue el Cuestionario Comunicación familiar para distribuirlo a las familias a fin de que su comunicación sea más personal, y sus esfuerzos, más eficaces.
Envíe a las familias el Cuestionario Comunicación familiar e invítelas a que lo completen y se lo devuelvan para que pueda adaptar sus esfuerzos de comunicación a las necesidades de su parroquia.
Una de las muchas tareas que supervisan los directores de educación religiosa es la comunicación con las familias inscritas en la educación religiosa. Esta tarea incluye información logística sobre lo que ofrece el programa y los horarios de las sesiones. Los detalles son importantes. Pero cada comunicación con las familias también es una oportunidad para involucrar y edificar la comunidad. Aquí verá seis maneras de aprovechar al máximo cada oportunidad para comunicarse con las familias.
Aquí verá seis maneras de aprovechar al máximo cada oportunidad para conectarse con las familias.
Modo 1: Correo electrónico
No hace falta decirlo, pero la comunicación electrónica es la mejor manera de transmitir información importante a los miembros de su programa de forma rápida y clara. El correo electrónico es bueno para enviar información vital como fechas y futuros eventos o solicitudes. No es la mejor manera de evangelizar. ¡Resérvelo para reuniones, programas y redes sociales!
Modo 2: Reuniones de padres
Una de las formas más efectivas de relacionarse con los padres de los estudiantes bajo su cuidado es conocerlos personalmente en las reuniones anuales de padres. Si no está organizando reuniones anuales al inicio del año, es algo que debe considerar como un medio para entablar una relación. Todo el ministerio de Jesús se basaba en la relación. Considere usar la reunión para presentar a un orador que enriquezca la vida de fe de los padres, en lugar de limitarse a leer el calendario anual o revisar las reglas. Al final de la reunión, distribuya una hoja en la que se informen detalladamente las normas adminstrativas importantes, en vez de dedicar toda la reunión a la logística.
Modo 3: Clases y programas intergeneracionales
Para profundizar la vida de fe de los estudiantes, primero hay que invitar a sus padres a profundizar en su fe. Si es posible, incluya una opción intergeneracional en el programa de formación en la fe que incluya eventos y clases intergeneracionales. Puede organizar un par de retiros al año o promover un día de servicio a la comunidad, donde todos los miembros de la familia se reúnan en la parroquia para participar juntos en un proyecto de servicio comunitario.
Modo 4: Un programa catequético útil
El trabajo de recopilar información y enviar comunicaciones individuales y combinaciones de correspondencia es mucho y quita tiempo a las otras tareas importantes de las que los directores de educación religiosa son responsables. Un buen sistema de comunicación, idealmente incluido como una herramienta en su programa catequético, agiliza la comunicación y le ahorra tiempo y energía, y también le permite compartir información del programa de manera oportuna y personalizada.
Modo 5: Redes sociales
La presencia en las redes sociales lleva la programación de la parroquia al siglo XXI y la conecta con las vidas de aquellos a quienes sirve. Si su programa de educación religiosa aún no tiene una cuenta activa en un sitio de redes sociales, esta es su invitación para crear una. Las plataformas sociales son un excelente lugar para enlazar videos sobre la fe, publicar anuncios importantes, compartir (de manera segura) fotos de programas o invitar a las personas a que participen en eventos.
Modo 6: Misa para la familia
Sabemos que, como católicos, la Eucaristía es la fuente y la cumbre de nuestras vidas de fe. Se sobreentiende entonces que la mejor manera de conectarse con las familias bajo nuestro cuidado es reunirse con ellas alrededor de la mesa del Señor. Una vez al año, ya sea al principio o al final, organice una Misa para la familia. Haga que la música sea elegida de forma específica para atraer a los estudiantes e involúcrelos en la planificación, si es posible. ¡Asegúrese de terminar con una recepción para que tenga tiempo de conocer personalmente a las familias de la parroquia!
Al conocer las necesidades de las familias y sus preferencias particulares de comunicación, usted puede fortalecer aún más su relación con ellas como director de educación religiosa.
El Cuestionario Comunicación familiar le informará sobre los mejores momentos para comunicarse con las familias, los tipos de eventos a los que les interesa asistir y las plataformas de redes sociales en las que están activas y regularmente encuentran información.
¡Asegúrese de que las familias sepan cómo comunicarse con usted de la manera más conveniente y efectiva para usted también!
Descargue hoy el Cuestionario Comunicación familiar y compártalo para obtener más información sobre las familias en su programa.
Cada comunicación es una oportunidad para que los directores de educación religiosa y los líderes catequéticos de la parroquia se comuniquen con las familias de niños inscritos en el programa de educación religiosa. Haga que cada esfuerzo cuente para informar e involucrar a los niños y las familias.
Sarah Shutrop actualmente se desempeña como directora de formación de la Immaculate Heart Academy (Academia Corazón Inmaculado) en la arquidiócesis de Newark. Ella supervisa la vida espiritual de la escuela y la formación de sus estudiantes. Tiene una maestría en Teología de la Universidad de Notre Dame, y recientemente se destacó como presentadora de la conferencia presinodal de Notre Dame y la USCCB "Culture of Formation" ("Cultura de formación"). Reside en el norte de New Jersey con su esposo Kevin, su pequeño hijo Luke y su perra Jacqueline.