La familia latina tiene un sentido de la catequesis totalmente diferente. La catequesis es algo que se hace en el hogar, y los miembros de la familia juegan un papel muy importante en la formación de los niños. Como en toda familia, los mas pequeños son los más importantes de una familia extendida. Los tíos, hermanos, primos forman parte de la educación total de un niño en la familia. Esta educación o formación también incluye la fe.
En mi propia experiencia, yo sé que a mí me formó toda mi familia. Todos tenían un sentido de que la responsabilidad de enseñar la fe era su función. Mi abuela me enseñó la devoción al sagrado corazón, una de mis tías, cual nombre era Santos, me enseñó lo importante que es el altarcito en la casa. Ella tenía un altar con su cruz, agua bendita, tres o cuatro santos y unas palmas secas del Domingo de Ramos. Siempre tenía una vela encendida en su altarcito. Y cada mañana y cada noche rezaba en el altar. Cuando visitaba a mis amigos en sus casas, ellos también tenían un altar. Desde temprana edad me di cuenta de que tener un altarcito es parte de nuestra fe.
Mi madrina de bautismo me educó en la “teología” de la fe. Cuando ella era joven estaba muy interesada en ser monja. Y cada domingo asistía al convento de monjas y le daban pláticas sobre religión y teología. Cuando visitábamos a mi madrina me quedaba sorprendido de lo que ella conocía sobre la fe católica. Cosas que yo a esa edad no comprendía, pero me dio a conocer que la fe es muy interesante y que vale la pena conocerla.
Esta tradición de enseñar la fe en la familia se está perdiendo en nuestro mundo moderno. Por una parte, la razón es por la migración e inmigración. Nuestras madres o abuelas ya no viven cerca de nosotros. Igual que los hermanos o los tíos que viven lejos. Por varias razones no hemos formado una comunidad en nuestras parroquias y no tenemos ese respaldo para formar a nuestros niños. Y el mundo en que vivimos no se presta para dar esa formación debido a nuestros horarios que están completos con actividades que no dan tiempo. Tenemos que hacer un esfuerzo para hacer ese tiempo y buscar modos fáciles y de corto tiempo que puedan facilitar esa formación en familia.
Una de las primeras cosas que debemos hacer es acudir a los recursos que son fáciles de utilizar dentro del hogar. Lo más importante es ser consistente. Cada día debemos hacer algo, aunque sea pequeño para que la conversación de la fe siga a diario. Por ejemplo, mi mamá siempre nos daba la bendición cuando partíamos de la casa. Cuando era adolescente no me gustaba tanto por la edad que tenía, pero cuando vivía fuera de la casa como adulto extrañaba la bendición. Otra cosa que se puede hacer a diario es una oración, ya sea en la mañana o en la noche o después de la comida. Tener estas conversaciones o actividades a diario con nuestros hijos es un buen modo de fomentar la fe en la familia y lograr la catequesis en el hogar.
Descargue la Actividad Catequesis en el hogar y trate de practicarla a diario en su familia o comunidad.