Hoy estuve buscando citas bíblicas sobre niños y la niñez; encontré 128 sin mucho esfuerzo. Una ya famosa de Jesús dice: "Dejen a los niños que vengan a mí, porque de los que son como ellos es el reino de los cielos." (Mt 19:14) Hoy, también, llegó con el periódico de la mañana un folleto de 41 páginas sobre la labor que está realizando la asociación en pro de la niñez aquí en nuestro condado. Quedé muy impresionada con la cantidad de servicios que ofrece a los padres para que sus hijos se críen sanos, alegres y con oportunidades de prosperar en la vida. Luego entré en Yahoo en español para buscar frases inspiradoras sobre el tema, y captaron mi atención estas pocas:
"El mejor olor, el del pan; el mejor sabor, el de la sal; el mejor amor, el de los niños." (Graham Green, novelista británico)
"En cada niño nace la humanidad." (Jacinto Benavente, dramaturgo español)
"Una criatura es un regalo de Dios. Si no quieren a los niños, dénmelos a mí." (Madre Teresa de Calcuta)
"Respetemos y amemos la vida humana, especialmente la que está indefensa en el seno de la madre." (SS Francisco)
Una, sin embargo, me hizo sonreír: "Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene." (José Martí) La cara de una madre con su bebé en los brazos lo dice todo; con razón los grandes artistas se recrearon pintando y esculpiendo a la Virgen mimando al niño Jesús. Increíblemente, la cara de los niños demuestra también todo un matiz de emociones cuando ven a otros niños, ya sea alegría, ternura, afinidad o preocupación. Ellos son los primeros en notar el estado de ánimo no solo de otros niños pero igualmente el de los adultos. Tan limpios de corazón son.
Los niños nos muestran con toda claridad el nivel humano en que nos encontramos. La cantidad de niños felices y creciendo sanamente nos indica que vamos entendiendo mejor aquello de que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. La inmensa cantidad de niños indeseados, abusados y asesinados indiscriminadamente nos revela que todavía hay mucho que aprender. Todo esfuerzo de nosotros los padres y catequistas por ver que nuestros niños tengan las mejores oportunidades de llegar a ser personas dignas no dejará de dar buenos frutos. Si eres padre o madre soltera no trates de ser todo para tus hijos, busca ayuda. La Iglesia, el gobierno y numerosas entidades privadas tienen mucho que ofrecer. Haz todo lo posible por saber qué hacer para que tu familia sea normal y feliz. Pero, sobre todo, acércalos a Dios con la oración y el cariño; ninguna de estas cosas cuesta dinero, solo un tiempito.
Rosa Monique Peña, OP