Uno de mis pasajes favoritos del Evangelio cuenta sobre la inmensa fe de cuatro amigos quienes querían ayudar a su amigo paralítico llevándolo en camilla a ver a Jesús. Como había mucha gente golpeándose por verlo, estos decidieron abrir el tejado de la casa donde estaba y descolgar la camilla frente a frente a Jesús. Lo primero que Jesús notó fue la fe de estos amigos, y por ella curó al paralítico. La causa del milagro no está únicamente en el paralítico, está más bien en la fe de los amigos. Busca este pasaje en Marcos 2:1-12, te va a gustar.
Jesús hablaba de amigos con frecuencia, él sabía que tener buenos amigos era mejor que tener cosas, o simplemente conocidos. Un buen amigo te da su confianza, te anima a seguir por el mejor camino, está presente en tus buenas y tus malas. O, como dice el proverbio: "Un buen amigo ama en toda ocasión." Un buen amigo siempre piensa lo mejor de ti y te inspira a que tú también seas así. Jesús dejó su misión en manos de amigos sabiendo que ellos y ellas harían hasta lo imposible para que fuera un éxito. Y, así fue.
¿Qué tal son tus mejores amigos y amigas? ¿Tienes muchos? Yo tengo muchas amigas y amigos, pero de íntima confianza solamente un puñado. Nos conocemos de niñas la mayoría. Nos encanta conversar de las cosas que nos inquietan y nos alegran. Nos dejamos de ver por meses y cuando nos volvemos a ver el tiempo se disuelve y es como si fuera ayer cuando nos vimos la última vez. Las emociones que compartimos se quedan entre nosotras. Yo digo que los momentos que pasamos juntas dan mejores resultados que las visitas a médicos o a terapistas. Hay otras amistades que Dios nos ha regalado en el transcurso de la vida, ellas vienen jóvenes o muy adultas, miembros de la familia o compañeros de trabajo, cultivarlas puede tomar más tiempo pero resultan un tesoro de igual manera.
Siempre se ha dicho que Jesús es nuestro mejor amigo. Cierto, pero aún esta amistad hay que cultivarla, no se cristaliza de la noche a la mañana. Pienso que la mejor manera de hacerlo es leyendo sus enseñanzas y tratando de entender sus acciones. Ellas dicen más que la palabra escrita. El ejemplo que di al principio es un buen ejemplo. Jesús se fijó en el amor incondicional y la preocupación de los amigos del paralítico antes de prestarle atención al paralítico. ¡Maravilloso! Si Jesús es un amigo así, así también quisiera ser yo...
Copia la oración que aquí comparto contigo y ofrécela esta semana por tus buenos amigos.
Comparte con la familia
El ejemplo más importante que tenemos en estos días sobre la amistad con Jesús la encontrarás en La Jornada Mundial de la Juventud que tiene lugar en Brasil. Aquí se reunirán jóvenes representantes de casi todos los países del mundo para decir "a voces" que Jesús nos ama y camina con nosotros en todo momento, y que como amigos de Jesús ellos y ellas quieren continuar su misión en el mundo. Busca el evento en Yahoo en Español y sigue las actividades y discursos con tus hijos, nietos y amigos.