Nos llena de tristeza leer en los periódicos o escuchar en las noticias las atrocidades que a diario suceden en nuestro mundo. Pienso especialmente en las guerras, guerras en búsqueda de la paz. Las guerras no son solo aquellas que libran naciones contra naciones o facetas dentro de un mismo pueblo, sino nosotros también tenemos nuestras propias guerras. Guerras que a diario libramos en nuestros hogares, lugares de trabajo, contra nuestros prejuicios, nuestras luchas contras las injusticias, guerras por mantener nuestros valores, etc. ¿Se podrá logar la paz con la guerra? ¿Podremos algún día vivir en paz? No si la buscamos en el mundo. La paz es algo que se libra y se gana en nuestro interior, en nuestro ser.
Un canción popular dice “Pido por la paz en la tierra que empiece conmigo”. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de vivir en paz, de estar en paz y de llevar la paz a otros. Y así contagiarnos unos con otros de la paz que como dice san Pablo, “sobrepasa todo entendimiento”. La paz que no conoce el mundo porque solo puede darla el estar en comunicación con lo supremo.
Vamos a trabajar para lograr la paz en nosotros mismos. Que este año nos dé el valor de contribuir nuestro granito de arena por la paz en nuestros hogares, nuestros trabajos, en nuestras comunidades, ya sea de la Iglesia o del vecindario, y así contribuir a la paz en general.
Les deseo un año lleno de paz y bendiciones. Descargue la Oración Paz y compártala en familia y amigos.
Dulce M. Jiménez Abreu