Seguramente que al leer el título de este artículo pensaste: "La generosidad no tiene tiempo específico". Efectivamente, si la generosidad tuviera fecha de expiración en mala situación nos veríamos. Y, sin embargo, con frecuencia la ignoramos, o peor aún, esperamos que los demás sean generosos con nosotros. La ley del embudo: Todo para mí, poco para ti.
Kahlil Gibran, en su librito El Profeta habla de la generosidad de esta manera, él dice: "Dais muy poca cosa cuando dais de lo que poseéis. Cuando dais algo de vosotros mismos es cuando realmente dais... Hay quienes dan poco de lo mucho que tienen y lo dan buscando el reconocimiento, y su deseo oculto malogra sus regalos. Y hay quienes tienen poco y lo dan todo. Son estos los creyentes en la vida... y su cofre nunca está vacío". San Pablo lo dice de esta manera en 2Cor 9:6 "El que siembra con miseria, miseria cosecha; el que siembra generosamente, generosamente cosecha".
Ahora que estamos de lleno en el tiempo de preparación para la celebración del nacimiento de Jesús, sería bueno recordar con acciones su entrega generosa e incondicional por nosotros. En otras palabras, este es el tiempo más apropiado para practicar la generosidad. Aquí te ofrezco esta actividad:
Rosa Monique Peña, OP