La corona de Adviento que vemos en nuestras parroquias durante el mes de diciembre, nos ayuda a reflexionar y contar los domingos que faltan para el nacimiento del niño Jesús. Esta corona de Adviento siempre está en nuestras parroquias pero también puede ponerse en el hogar. En lugar de poner todo el énfasis en el mes de diciembre, en la Navidad, podemos cambiar el enfoque colocando una corona de Adviento en nuestras salas o comedores. Solo necesitas tres materiales para hacer tu propia corona de Adviento.
Primero, necesitas una corona, que se encuentra en donde venden flores artificiales o telas. Es importante que sea en forma circular porque representa el amor que debemos tener, un amor infinito por el prójimo, por Dios y también representa el amor que Dios tiene por nosotros, un amor que no tiene fin.
Segundo, necesitas ramas verdes, las cuales son muy tradicionales en las celebraciones de diciembre. El color verde tiene mucho significado para nosotros como católicos. Verde representa esperanza y vida. Esto lo vemos en la naturaleza durante todo el año, en las plantas y los árboles que están verdes. Especialmente en la primavera cuando aquellas plantas que se durmieron en el invierno regresan a una nueva vida. Lo más común que se usa para la corona de adviento es el pino, pero también puede ser otras ramas verdes que estén en tu jardín.
Tercero, se necesitan cuatro velas, tres moradas y una color rosa. El color morado es igual al color que se usa en la Cuaresma. Es un color que significa reconciliación y penitencia. Para preparar nuestros corazones y almas para recibir al niño Jesús, es necesario que tengamos un proceso de reconciliación con nuestra fe y nuestra comunidad. Estas velas de Adviento nos recuerdan cuál es nuestra tarea durante este tiempo cuando preparamos nuestros corazones para la venida de Jesús. Cada vela tiene su significado, la primera es la esperanza, la segunda es la paz y la última es el amor.
La cuarta vela en la corona es de color rosa porque representa alegría. No toda la espera del niño Jesús debe ser con penitencia y pidiendo perdón por los pecadores, también es un tiempo para reconocer la alegría que nos da Dios en Cristo. Las velas encendidas significa cómo nuestra fe nos da luz en la oscuridad del invierno. Cristo es nuestra luz durante nuestros momentos más difíciles en la vida.
Se la puede adornar con listones y otras cosas a la corona. Por ejemplo, hay personas que le ponen frutas que se dan en el invierno, como manzanas o naranjas. Hay personas que le ponen nueces y hasta dulces que no se pueden consumir hasta el día de la Navidad.
Lo importante es que nos juntemos en familia alrededor de la corona de Adviento cada semana o cada día de diciembre para reflexionar y orar y preparar nuestros corazones y almas en espera del nacimiento de nuestro Salvador.
Hay muchas actividades para prepararnos para el adviento. Haga clic en el botón de abajo.
Víctor Valenzuela
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