¡Por favor, por favor, dame otra oportunidad! ¿Recuerdas alguna vez haber dicho esto cuando de niña jugabas con tus amiguitos? La frase encerraba un deseo sincero por tratar de hacer algo bien. Sabíamos que un primer intento no siempre resultaba en lo que uno quería. Todavía me parece oír: 'Intenta, inténtalo de nuevo; verás que te saldrá mejor.' Sabemos que esto es cierto, la repetición de alguna actividad, como el deporte, la cocina, el uso de la computadora, la oración, la sinceridad, la alegría, conduce con frecuencia a ciertos niveles de perfección, o a un nivel que nos hace sentir satisfechos con nosotros mismos.
Pues aquí tenemos esa nueva oportunidad: la Cuaresma. Ella empieza este miércoles con la imposición de la ceniza, tradición muy antigua de cuando la gente se cubría con ella cuando hacía sacrificios, quería expresar arrepentimiento, o estaba en duelo. Su significado sigue siendo el mismo: queremos otra oportunidad para mejorar y lo hacemos de público conocimiento llevando ceniza en la frente. Ahora bien, el reto de la Cuaresma está en mantenernos constantes a los propósitos de querer ser mejores. Empezamos bien, pero poco a poco vamos dejando a un lado esos buenos propósitos, de tal suerte que siempre nos sorprende la llegada de la Pascua y nuestras buenas intenciones todavía sin estrenar. Cuando esto me pasa invariablemente me viene a la mente el refrán que dice que el infierno está lleno de buenas intenciones. ¿Qué tal si esto no ocurre este año?
Para ayudarte en el camino espiritual de esta Cuaresma, te ofrecemos un calendario con citas bíblicas cortas y actividades sencillas. Copia el calendario y tenlo a mano donde lo puedas seguir todos los días. Te prometo que esta jornada será muy significativa. ¡Buena suerte! Al final de la Cuaresma déjame saber cómo te fue.