María Magdalena es uno de los personajes más importantes del Nuevo Testamento. San Agustín escribió que María Magdalena es el “apóstol de los apóstoles” porque ella acompañó a Jesús en sus momentos más difíciles. Ella estuvo presente cuando Jesús estaba en el calvario y ella lo acompañó en su muerte. María Magdalena fue la primera persona a quien Jesús se presentó después de la resurrección.
En el Evangelio de San Juan, capítulo 20 leemos, “Pero María estaba afuera, llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó y miró dentro del sepulcro; y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y el otro a los pies”. “Mujer, ¿por qué lloras?” le preguntaron. “Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto”, les contestó ella. Al decir esto, se volvió y vio a Jesús que estaba allí, pero no sabía que era Jesús. “Mujer, ¿por qué lloras?” le dijo Jesús. “¿A quién buscas?” Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo: “Señor, si usted lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto y yo me lo llevaré. “¡María!” le dijo Jesús. Ella, volviéndose, le dijo en hebreo: “¡Raboní!” (que quiere decir Maestro). María Magdalena se convirtió en la primera persona en testificar la resurrección de Jesús. Ella es la que llevó el mensaje a los otros apóstoles que luego se lo difundieron al mundo entero.
María Magdalena es un modelo del discipulado para nosotros hoy en día. Cuántos de nosotros estamos dispuestos a acompañar a Jesús en su sufrimiento. Jesús sigue sufriendo en nuestro mundo. Hay personas y organizaciones que trabajan para contradecir el mensaje que nos dejó Jesús. En nuestro mundo hay odio y rencor hacia el mensaje de Jesús. Y muchos de nosotros, en lugar de defender el mensaje y la vida de Jesús nos hacemos para atrás y no hacemos comentarios. Se nos hace más fácil no levantar la voz. María Magdalena nos ayuda a ver que es bueno ser testigo del mensaje de Jesús, y especialmente cuando es difícil, hay que abogar por ese mensaje para que el mundo sea un lugar lleno de amor y hermandad.
Hay dos tradiciones que nos ayudan a recordar y reflexionar en santa María Magdalena. Una de ellas es el pueblo de Anguiano en España. Los residentes de ese lugar se visten con trajes coloridos y cargan una imagen de María Magdalena, bailando por las calles del pueblo para recordar lo importante que es ella para nuestra fe. La segunda tradición es que los huevos teñidos que se acostumbran en la Pascua son atribuidos a María Magdalena. Según la historia, el emperador de Roma, Tiberio, no creía que Jesús resucitó. María Magdalena fue a Roma para explicar la resurrección al emperador y para ello tomó un huevo y se lo mostró para que él comprendiera cómo Jesús había resucitado. Él se burló diciéndole que era más fácil que el huevo se convierta en el color rojo que Jesús hubiera resucitado. En ese momento el huevo se puso totalmente rojo. Así empezó la conversión del emperador. La tradición de teñir huevos en la Pascua sigue hasta hoy en día y se dice que es por esta leyenda de santa María Magdalena.
Seguimos el ejemplo de María Magdalena y acompañamos a Jesús en todos los aspectos de nuestras vidas.
Descargue la Estampa de oración Pascua de Resurrección y celébrela junto a sus familiares y amigos.